Author: Lau
•15:41
Es muy común que muchos apodos que escuchamos nos causen mucha gracia, si claro, porque no es a nosotros a quien nos lo dicen, pero efectivamente, en algunas ocasiones y dependiendo de las personas, estos suelen ser muy molestos y llegar a causar un daño psicológico. Como bien lo menciona mi sabelotodo amigo Manolo, existen numerosos estudios en relación a este asunto, entre ellos se encuentra este que a continuación menciono:

* Una investigación de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano en Chile, determinó que los sobrenombres son el tipo de violencia más recurrente y peligroso que se presenta en las escuelas.
(Se empleó la técnica de grupo focal, con la participación de estudiantes, profesores y personal de apoyo).

* Se estableció que molestar al orejón, ojudo,frentudo,prieto,afeminado, etc. No sólo deja a los muchachos intimidados por el momento, si no que también puede ser causal de serios complejos que les puede afectar a lo largo de su vida, costándoles relacionarse con el sexo opuesto o llegar a ser introvertidos.

* En la mayoría de los casos, lo que menos pasa por la mente de quien pone un apodo son las consecuencias que acarrea el tratar de “tripaseca” al flacucho, “rotoplas” a la gorda, “cuatro ojos” al que usa los lentes. No mide que huella tan profunda puede dejar en la vida de la persona a quien se le esta poniendo el apodo.

“Los jóvenes piensan que los apodos no son una forma de agresión. Lo hacen sin pensar que pueden causar daño. Son una manera de dominar al que ven distinto, de legitimarse ante el resto de sus compañeros”.

* Las consecuencias son proporcionales, tratar de “taza” a alguien que le falta una oreja o “fredy krueger” a quien haya sufrido una quemadura, tiene una connotación mucho más grave que cualquier otro apodo leve.


Desde mi muy particular punto de vista, después de haber leído y analizado un poco esta investigación, considero que si, desgraciadamente está en lo cierto, algunas personas puede llegar a causarles mucho daño el que le pongan un apodo. Pero también, muy afortunadamente para otros muchos no lo es así, como es mi caso, a mi me gusta mi apodo y me distingo con el, como lo dije en la primera entrada… ya estoy pintando canas y la experiencia que tengo nadie me la quita!! Jeje.


p.d. y si manolito… recuerdo muy bien esos tiempos de “la polla”


Seguimos en contacto, saludos a todos.
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3 comentarios:

On 20 de febrero de 2009, 22:53 , Eder dijo...

Hola Laura o Tia, no se que prefieras, gracias por los remedios caseros ahora si que sacaste lo tia, felicidades por tu blog, ojala y publiques cosas de manera continua, nada mas no hables mucho de cosas de tus tiempos, por que si no tu blog se va a volver un solo para tios, nos vemos luego cuidate.

 
On 23 de febrero de 2009, 9:46 , Anónimo dijo...

muy interesante la entrada lauris... además de divertida... a veces no puedemos evitar que nos causen gracia algunos apodos.. hay algunos buenos, otros no tanto, pero otros que realmente están hechos a la medida de quien los porta... muchas felicidades por tu blog... está muy entretenido... espero sigas escribiendo sobre ese tipo de cosas... igual y puedas ayudar a mucha gente que se sienta acomplejada o con dudas de la vida a través de tu blog...

 
On 25 de abril de 2009, 22:47 , Paco Martinez dijo...

Me hubiera gustado mucho, que tambien incluyeras un pequeño analisis psicologico de "las personas que ponen apodos", para meditar un poco acerca del "que" los lleva a encaminar todo su ingenio en poner apodos.

Creo personalmente, salvo tu mejor opinion, que la gran mayoria de los "inventores de apodos" buscan causar la risa o la simpatia de terceras personas, quienes se moriran de la risa al encontrar ingeniosamente que el sujeto en cuestion "se parece" a su apodo, no importando que ridiculicemos o humillemos al sujeto apodado. Los apodos no se ponen para que el apodado sienta nuestro cariño y admiración (salvo en contaditas ocasiones), ni para que el apodado sienta todo el amor de Dios a traves de nosotros, sino para arrancar la risa "facil" de los demas, ya que nos sabemos "poco inteligentes" como para ganarnos la simpatia y el cariño con nuestra precaria forma de ser. Cuando ponemos un apodo mostramos lo poco que valemos, por eso utilizamos esa palanca para ganarnos las risas y la atención de los demas humillando al apodado.

Y despues de todo esto, queremos justificar nuestros actos, diciendo que gracias a esos apodos nos llevamos mejor, que se crea un circulo de mayor confianza entre nosotros. Ofendiendonos? Humillandonos? Ridiculizandonos?

Como podras observar, en lo personal no comulgo con la forma de ser y pensar de las personas que ponen apodos. Me interesa tu opinion? dame tu punto de vista, ya tienes tema para una nueva entrada. Saludos...