Author: Lau
•16:45
Bien dice un viejo y conocido refrán… “lo que conviene, rodando viene” (¿se acordaron del chapulín colorado? jaja); y realmente me vino como anillo a dedo la frasecita, digo esto porque hace unos cuantos meses atrás mi hermano mayor que vive en México, me comento el plan que tenía de pasar unos días antes de la navidad en las playas de Huatulco y me pregunto si yo quería ir con ellos para incluirme en la reservación, entonces lo consulte con mi almohada y no tarde mucho en decidirme, les dije que sí puesto que hace muchísimo tiempo no me había dado unas merecidas vacaciones, por “x ó z” razón… bueno la X es por falta de dinero, puesto que estaba pagando mi carrito y alguno que otro préstamo por ahí, la razón Z, esa si me la reservo, porque ni siquiera me acuerdo.

En fin, en eso quedo, en que me contemplarían en la reservación; paso tiempo y sucedieron muchas cosas que ni ellos ni yo volvimos a tratar el asunto; hasta que a principios de este mes me pregunta mi hermano para confirmar la reservación si realmente iba a poder ir con ellos puesto que los días para el viaje serían 19, 20, 21 y 22; y yo saldría de trabajar el 21. Pero, como lo dije antes lo que conviene rodando viene, pues no tuve problema con eso porque se oían rumores de que ya no trabajaríamos ese día puesto que los del sindicato pedirían en la posada del viernes 18 que no se llegara el 21; confíe un poco en esa información y de todos modos prepare mi permiso para ese día. Así que confirme mi lugar para ese viaje (y si trabajaron, pero yo ya tenia mi permiso jeje).

Casualmente en esos días los cajeros que hay en el trabajo no funcionaban y tenia que retirar dinero para pagar algunas cosas, ahí en la oficina platique este asunto con un compañero y me hizo el comentario que en la plaza sol habían cajeros del banco que yo necesitaba, así que en la tarde me decidí a ir a la plaza, se me hizo fácil puesto que la siento algo cercana a mi casa y con menos tráfico comparado con meterse al centro. Resulta que de los cajeros que necesitaba están justamente dentro de la terminal de la Cristóbal Colón, entonces, retire el dinero que necesitaba y a la vez pregunte el costo del boleto a Huatulco, y pues, me alcanzaba para comprarlo de una vez, así que lo pedí, y cuando me preguntan por el asiento que me agradaba, resultaba que solo quedaban 3 lugares vacíos para la única corrida que había en día en que tenia que salir, me puse feliz, puesto que si no hubiese sido por ese día que necesitaba dinero e ir a ese lugar, posiblemente me quedaria sin la manera de ir a Huatulco ya que lo habría dejado pasar confiada en que encontraría boletos. Uff que salvadota!!


Llego el día de salida viernes 18 de diciembre a las 11 de la noche para llegar 19 temprano e ir al hotel donde poco después me alcanzarían mi hermano y familia. Llegue al hotel, muy bonito por cierto, registre mi llegada pero el uso de la habitación podía ser hasta después de las 3 de la tarde, aproximadamente el tiempo en que llegaría mi hermano, así que encargue mi maleta y me fui directo a la playa; ahí estuve un rato, desayune… y después directo a los camastros a orilla de la alberca a empezar a tomar el sol… y alguno que otro coctelito jeje. (Así estuve poco más de medio día, me sentía rara por estar completamente sola, pero a la vez es algo que no me aterra, así que trate de disfrutarlo).


Mi familia llegó al fin en la tardecita, nos cambiamos y nos fuimos a cenar. Lo bonito de este hotel en su sistema de “todo incluido” es que todo lo sirven en buffet, comida es lo que más sobra y estomago lo que más falta jeje. A parte de la comedera todas las noches hay espectáculos, y ese primer día como a manera de iniciar con el pie derecho esos días el espectáculo fue “recordando los 60’s, 70’s y 80’s… feliz de la vida!!... mi mero mole… de aquí soy!! Jaja













No podían faltar, las fotos del recuerdo… justamente de este primer dia.












El sábado, ya pintaba como que el clima iba a cambiar... y no nos falló, el domingo amaneció nublado y no paró de lloviznar todo el día; aún así, no nos achicopalamos mucho y nos “aplatanamos” todo el día en los camastros a la orilla de la alberca… total a mojarnos fuimos… que no??


Diosito se apiado de nosotros y escucho nuestros ruegos, para el día siguiente, desde las 7 de la mañana o quizás antes, ya teníamos un hermoso sol dándonos los buenos días; como resorte nos levantamos e inmediatamente nos fuimos a la playa. Ahí estuvimos todo el día, lo más hermoso que me pasó y jamás olvidaré es que vencí todos lo miedos, me arme de valor, me puse mi chaleco salvavidas y me animé a la aventura de subirnos a un velero y al mar… no muy lejos… pero para el mar… todos mis respetos jeje.
































Como todo inicio tiene un final (me acorde de algo… pero esa es otra historia jeje) llego el último día, que no fue más que medio día pero que igual tratamos de disfrutar de todo lo que pudimos; salimos de allá y a viajar… pasando por pobladitos muy pobres de Oaxaca, y conocer el nuevo tramo de carretera Arriaga-coita, que dicho sea de paso… me pareció muy buena.


Me convinieron mucho estos pocos días de descanso en la playa porque me sirvieron para eliminar todo el estrés y cargar la pila para continuar con ganas para todo lo que nos espera en este nuevo año… en fin, es algo que ya me hacia falta y que gracias a Dios tuve la oportunidad de vivirlo.


Seguimos en contacto!!!



P.D. Mis mejores deseos para este nuevo año 2010, que vamos a empezar con el pie derecho y con las maletas en la mano… claro que si.